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sábado, 8 de noviembre de 2014

LA SITJA DEL LLOP


Foto:NacióMuntanya.cat (Josep Maria Montaner)
                                          
Como casi siempre es el eterno Corregrino Radulfum, Raúl Estévez en el mundo terrenal, el que me ha inducido a probar una nueva especialidad dentro del cada vez más variopinto mundo de las carreras. Desde hace ya un par de temporadas parece que se ha enganchado a los kilómetros verticales, una variedad de las skyrunning que consiste en salvar un desnivel positivo de 1000 metros en a penas unos pocos kilómetros. Es un tipo de carrera que requiere mucha explosividad, fuerza, tolerancia al lactato y también mucho coco. Y él lleva ya unas cuantas de éstas, habiendo participado en algunas del circuito de copa del mundo con muchísimo nivel, sin ir más lejos recientemente en la mítica Fully. A base de trabajo y de esa persistencia, a veces obsesiva, que le caracteriza se ha convertido en un referente en este tipo de pruebas.


Así pues quedaba claro que "si la montaña no va Mahoma..."  la única manera de volver a compartir línea de salida con él tenía que ser yendo yo a la montaña. Aprovechando que iba a ir a la Sitja de Llop como corresponsal de running.es para vivir la carrera desde dentro y que Raúl también sería de la partida, pues qué mejor ocasión para competir juntos. Y allí, en el pueblo del Montseny, me lo encontré dispuesto a subir al Turó de l'Home (1705m) por la vía directa. Esta carrera, que se disputa en los prolegómenos de la Marató del Montseny, no es exactamente un kilómetro vertical ya que sube unos 1200 metros positivos en 6'6 km. Es un poco más larga de lo normal. Una de la peculiaridades que le atribuyen los "verticaleros" es que es muy corrible. Bueno, el concepto corrible aquí es muy relativo, ya que eso, según como lo mires, la hace aún más dura. Es decir, va subiendo progresivamente y a pesar de su evidente inclinación, permite correr en la mayor parte de su recorrido. Pero eso hace "perder" la posibilidad de recuperarse andando en algunos tramos y prácticamente obliga a ir todo el trayecto con el hígado en la boca. Incluso, una de las cosas que "mata" bastante es su primer kilómetro, donde la subida transcurre por una carretera de asfalto. Salir excesivamente rápido antes de entrar en los senderos del bosque puede resultar muy caro, se disparan las pulsaciones, las piernas se inflan y nos faltará el aire prácticamente hasta la meta. Hay que regularse si no queremos hipotecar todas nuestras posibilidades de obtener un buen resultado final nada más empezar.



Lo cierto es que era una incógnita saber cómo me iba a encontrar, realmente no sabía dónde me había metido. Las semanas previas hice un par de entrenamientos que consistieron en hacer series por un sendero de unos 500 metros con 100 metros positivos. El primer día que me puse a hacerlo en la primera salí muy fuerte, hice 5 subidas y acabé reventado, en la última casi no podía ni avanzar. Aprendí la lección y al cabo de una semana volví a repetir el entrenamiento, esta vez me regulé mejor y acabé yendo muchísimo más rápido, siendo la última mi mmp.Está claro que con la práctica se mejora. La semana antes también hice una subida al Turó de l'Home con mi compi Salicrú, aunque por un trayecto más largo y menos pronunciado.  En cualquier caso, todo eso me sirvió para el día de la carrera saber gestionar mis esfuerzos bastante bien. Salí conservador, aunque siempre intentando estar entre los Top Ten, la carrera tenía mucho nivel y para mí conseguir estar luchando con los mejores ya era todo un logro. Raúl no tardó tampoco en buscar una posición avanzada y me fui con él. Hubo un grupito de 4 corredores que se escapó. Y yo me quedé en uno más amplio, al principio de unas 15 unidades, pero que pronto quedó reducido a la mitad. Cosas del destino, según fue transcurriendo la carrera, Raúl iba a unos metros delante mío y acabó siendo mi referencia. Adelantamos a algún rival más y nos colocamos en 6º y 7º lugar. En ese momento reconozco que me conformé con mantener esa posición. Lo cierto es que detrás de mí había corredores de mucha más experiencia y de un nivel contrastado de los que, en cierta manera, estaba esperando que en algún momento me atraparían y me superarían. Sin embargo, iban pasando los kilómetros y cada vez me veía más cerca de la cumbre y no parecía que nadie pudiera ya darme alcance. Incluso, tanto Raúl como yo íbamos recortando metros a los de delante.
en pleno esfuerzo

Cuando ya quedaba muy poco para culminar, Raúl se llegó a  acercar muchísimo al 5º y 4º clasificados, yo desde unos metros más abajo seguía la lucha, aunque nada cambió y mantuvimos las posiciones. Al final, me dí cuenta que ya a esas alturas las piernas van muy castigadas y recortar un metro es toda una odisea. Llegamos a meta prácticamente todos en fila, marcando Raúl 54'02 (6º) y yo 54'32 (7º), nos fundimos en un abrazo porque realmente habíamos hecho un carrerón. La marca, comparándola con anteriores ediciones, así lo confirmaba.



llegando a la cima con un viento infernal


con Marc 2º clasificado y Radulfum 6º recién llegados a meta


En fin que disfruté mucho de esta experiencia y no sólo por la carrera o el resultado en sí, sino por ese ambiente que se respira entre todos los competidores. Marc Trasella, Salvi Fargas, Enric Galocha  y muchos más. Yo aún soy un desconocido para ellos y ellos para mí, pero la verdad es que se ve un ambiente muy sano y eso lo certifican personas como el mestre Xavi Guinovart con el que también tuve oportunidad de conversar y citarnos para un entreno puramente montañero.

Ya le he dicho a Radulfum que probablemente repita alguna más de estas. Aunque ahora ya no seré tan novato y quizá dé un poco más de guerra ;)

 Clasificaciones completas aquí


con Raúl y el "mestre" Xevi Guinovart


en el centro con Xevi Edo director de la carrera

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